ALIMENTACION CONSCIENTE Y EL SOBREPESO
El hambre fisiológica se satisface con el alimento. El hambre emocional no. Si comes sin límites, te das atracones, te sientes triste, ansiosa, hambrienta o culpable, estás caminando sobre las brasas encendidas de la vida. Esta metáfora nos enseña que quemarnos o no va a depender de nuestro nivel de conciencia y con una alimentación consciente ampliamos la perspectiva.
Si la vida te está friendo…Pon atención.
La vida puede freírnos lentamente en muchos aspectos. Uno de ellos está en el acto de comer. Te pongo un ejemplo: cuando nuestra atención está ubicada en el instante preciso de comer, nuestra alimentación tiende a ser apropiada. En cambio, cuando nos distraemos estamos menos atentos a la experiencia de comer y podemos comer en nuestro perjuicio.
¿Cuánta fritura estamos dispuestos a soportar?
En fin, supongo que es elección de cada uno, pero los síntomas físicos de no practicar una alimentación consciente son fáciles de observar, siendo el sobrepeso el más obvio y común. Luego están los síntomas mentales. Si escuchas tu diálogo interior seguro que hay justificaciones, razones y argumentos sobre tus elecciones de alimentos y cantidades. Esto es una muy buena señal de que te diriges hacia una alimentación inconsciente.
Cuando usamos la comida para calmar nuestros conflictos, para evadirnos de la experiencia del sentir, nuestra conciencia está centrada principalmente en encontrar una distracción. Muchas personas creen en la cura a base de galletas y pizza. Seamos sinceros, así sólo conseguiremos enmascarar y disimular el dolor y creamos una dependencia hacia la comida que seguirá alimentando al sobrepeso.
El aspecto emocional principal de comer tiene que ver con la autoestima.
Cuando la autoestima es alta y la confianza es fuerte, es más fácil seguir una alimentación consciente. En cambio, cuando la autoestima es baja, nos sentimos vulnerables y nos sentimos mucho menos conscientes y podemos recurrir a la comida para aumentar artificialmente nuestra confianza.
Escucha atentamente tu diálogo interno. ¿Te escusas constantemente y cada escusa te persuade para comer un poco más? ¿Te castigas por no poder parar? Para muchos, comer puede ser una forma de aquietar al crítico interior. Cuando nuestra boca no pronuncia lo que sentimos, traga para aliviar la presión emocional. Detenernos y observar lo que nos ocurre y ponerle palabras, puede ayudarnos a contener el ansia de comer.
Todo se resume en: conocimiento y compromiso
Aquí te dejo una sugerencia:
- Colócate en una posición natural, relajada y con la espalda recta. Esta posición es una forma rápida y poderosa de estar más presentes. Ahora inhala por la nariz contando hasta 7 y sostén la respiración contando hasta 4. Suelta el aire contando hasta 8. Respira 7, sostén 4 y exhala 8. Repite hasta sentir que todos tus planos: físico, mental y emocionales estén alineados.
Alimentación consciente en las sesiones de Coaching
Mi enfoque es a través de la alimentación material y afectiva, ya que ambas se encuentran íntimamente relacionadas en la historia de cada uno de nosotros. A esa historia la podemos comprender y ordenar gracias a una nueva perspectiva. En definitiva, este programa es para personas dispuestas a reflexionar sobre las dos necesidades básicas del ser humano que, según decía Freud, son: el hambre y el amor.