ALIMENTOS EN VERANO 5 CLAVES YIN Y YANG
Cada día sentimos el resultado del movimiento continuo de la vida: la noche da lugar al día, la actividad al descanso, la vida a la muerte y la muerte al renacimiento. Comprender los cambios que gobernaban mi vida me ayudó a generar armonía física, emocional y mental. ¿Quieres conocer que alimentos en verano pueden ayudarte? Acompáñame.
Con los cambios de estación, todos notamos un cambio en la energía que nos rodea y en cómo nos sentimos. El verano es una época en la que nuestras emociones pueden estar gobernadas por el exceso de preocupación, la euforia, la tristeza, el miedo y la ira. Físicamente podemos sentir dolores de cabeza, úlceras en la boca, infecciones de garganta, mucosidad seca, sed e insomnio. Esto es muy común cuando energéticamente no estamos en equilibrio. Veamos qué alimentos en verano pueden ayudarte a equilibrar lo que comes para generar armonía y paz interior.
En verano se necesita energía ligera, muy activa, refrescante, de apertura y que nutra.
Algunos alimentos se consideran principalmente yin porque su efecto es más «pasivo», frío y dulce y otros alimentos son más yang por su efecto más «activo», caliente, picante y/o salado. Otros en cambio, se componen de un equilibrio armonioso de yin y yang. Ni unos son buenos ni los otros menos buenos o malos, simplemente tu alimentación debe incluir un equilibrio entre los alimentos yin y los alimentos yang.
Ahora bien, ¿Cuáles son las 5 claves sobre alimentos en verano que más te benefician?
- Concéntrate en las frutas como: el albaricoque, las brevas, los arándanos, las cerezas, las ciruelas, las frambuesas, el melocotón, las nectarinas, las peras, los melones y las sandías. Puedes incorporarlas en tus ensaladas, gelatinas, jaleas, batidos, zumos…
- Aumenta el consumo de ensaladas y verduras crudas, escaldadas o salteados con cebolla, calabacín, judía verde, lechuga, pepinos, champiñones y zanahorias. Además, ahora es un buen momento para colocar algunas pequeñas macetas en tu ventana con hierbas frescas de albahaca, perejil o cebollino y tenerlas siempre a mano.
- Utiliza más pasta integral, cuscús y bulgur e introduce la polenta en tu menú. Prepara ensaladas y platos fríos con arroz de grano largo o basmati, cebada y quinoa.
- Aprovecha la energía expansiva de los brotes y su alta cantidad de minerales y vitaminas. Germinados de lentejas, de cebolla, de rábano, de mostaza, de berros. Todas son ideales para tus ensaladas o sándwiches.
- No te olvides de las algas. Te ayudarán a reponer los minerales que perdemos con la sudoración. Prepara gelatina con agar-agar. Puedes ver aquí esta receta de flan de melocotón. Te ayudará a limpiar y regenerar la mucosa intestinal además de refrescarte.
Para mí, una alimentación natural y energética es realmente más un estilo de vida, o incluso una filosofía, porque todo se centra en la nutrición holística. No hay un plan de dieta específico. Más bien, existen pautas generales sobre lo que a uno más le conviene en función de su condición y constitución. El objetivo es comer y beber lo que tu cuerpo sienta como comer para equilibrarse hacia la paz.