Antes de entrar de lleno con esta ración de reglas para combinar alimentos adecuadamente, déjame hacer un breve aviso a navegantes.

Intento ser lo más autoreferente y concreta posible en mis recomendaciones y aquí no pretendo dar una solución específica porque no me centro en un caso concreto: condición de la persona, constitución, estado de salud…

Puedo dar algunas indicaciones generales en base a mi propia experiencia y las situaciones con las que me he encontrado trabajando con clientes en mis consultorías, pero sería irresponsable por mi parte ir más allá.

En la naturaleza, los animales en estado salvaje no combinan alimentos al mismo tiempo.

Hemos llegado a un punto que con tantos alimentos a nuestro alcance, en casi todas las comidas hay incompatibilidades. Hay que ir con cuidado cuando queremos recibir la energía de los alimentos, para no tener después que gastarla en digerirlos.

No es suficiente con elegir alimentos sanos o ser vegetariano. Con una digestión alterada, el tubo digestivo sufre un proceso de putrefacción o fermentación anormal y como resultado tendrás un cóctel explosivo.

Por supuesto, hay que tener en cuenta también el estado en el que te encuentras. Si vives con estrés, por ejemplo, no será suficiente compatibilizar o combinar alimentos correctamente. La comprensión y observación sobre cada cuerpo es lo más importante, sin olvidar que hace unos 2.500 años Hipócrates, considerado el  padre de la medicina escribió un maravilloso legado  que decía: “Existen alimentos que comidos juntos se hacen la guerra entre sí por tener distinto tiempo de digestión…”

 

Aquí te dejo las reglas para combinar alimentos

 

  • Nuestro organismo no puede digerir más de un alimento muy concentrado (que no tenga agua) al mismo tiempo.

– Dos proteínas diferentes: carne y pescado.

– Proteínas concentradas con almidones concentrados. Las proteínas necesitan un medio ácido para ser digeridas y los almidones y féculas un medio alcalino. Es por lo que, al ingerir una proteína se activa la enzima pepsina y se paraliza la ptialina, impidiendo la correcta digestión de los almidones y féculas. Un ejemplo de este caso sería comer tortilla de patata o bocadillo de atún.

Hay proteínas más ligeras como es el caso del las semillas oleaginosas (tahín) se podrían combinar con pan dextrinado.

  • Almidones y féculas con ácidos

Los ácidos inhiben y destruyen la secreción de la ptialina, una enzima que se encuentra en la boca también llamada amilasa salival y es la encargada de transformar el almidón en maltosa (un carbohidrato grande en otro más pequeño) entorpeciendo así su digestión y ocasionando fermentación en el duodeno.

Por ejemplo, un error muy común es aliñar con limón o vinagre  o salsas ácidas un plato de pasta o arroz.

El pan dextrinado, gofio de maíz y tapioca, se podrían combinar con frutas dulces pero nunca con ácidas. El tomate maduro y las manzanas son excepciones gracias a su riqueza enzimática y su bajo grado de acidez.

  • Las frutas deben tomarse con el estómago vacío.

La fruta es el alimento que más rápido se descompone; tarda entre 20 y 30 minutos en salir del estómago. Si tiene que esperar diferentes tipos de digestión de otros alimentos, como por ejemplo de almidones, fermentará y acidificará toda la comida.

  • Frutas muy ácidas con muy dulces.

La sandía como fruta dulce y el limón como ácida, no es recomendable. Sin embargo, sí que se podría tomar un licuado ácido media hora antes de la fruta dulce.

La fruta ácida es más recomendable por la mañana y la dulce al mediodía o la cena, por ejemplo cocida o en compota.

  • Frutas muy dulces con grasas.

La combinación de las frutas ácidas con algunas grasas como el polen, las almendras, aguacate, etc. es aceptable, sin embargo las muy dulces ocasionan fermentación con las grasas.

  • Aguacate con fruta muy dulce, azúcares, otras grasas o proteínas concentradas.

Si quieres respetar las compatibilidades, tendrás que olvidarte del aguacate relleno con gambas, por poner un ejemplo.

  • Evitar el tomate con fruta muy dulce o muy ácida.

Los tomates están considerado como una fruta ácida, pero en España apenas tienen acidez si se consumen muy maduros, por lo que combinan bien con almidones y proteínas.

  • ¿Se pueden mezclar dos almidones?

Si incluimos en la misma toma alimentos amiláceos (pan, arroz, patatas, castañas, boniatos, legumbres…) hay que tener en cuenta que para hacer su digestión necesitamos la enzima amilasa que segrega limitadamente el páncreas.

  • Las verduras son neutras.

Las verduras son alimentos alcalinos no concentrados. Resultan muy fáciles de digerir y se consideran neutras. Si comes proteínas animales, tómalos con unas verduras al vapor y una ensalada verde. Si lo que te apetece es un plato de cereales o féculas, como una ensalada de pasta o una batata asada, tómalo con verduras.   

 

 

Si queremos aplicar todo de repente, corremos riesgo de no entender nada y de sentirnos mal. Para evitarlo, intentaremos hacer una comida sencilla, en la que haya alimentos fáciles de digerir y elegiremos sólo un alimento concentrado en cada comida o como mucho dos, y uno de ellos en muy poca cantidad y así no romperemos demasiado las reglas de combinar alimentos.

Cualquier cambio positivo en el momento de combinar alimentos, por pequeño que sea, será un gran paso en el camino de la salud y la armonía. Observa dónde te encuentras y recorre el camino sin mirar lo que te falta.

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